La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que provoca picor, sequedad y lesiones enrojecidas con vesículas y descamación en la piel. Es la enfermedad crónica de la piel más frecuente en niños.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica e inflamatoria que tiene una base inmunológica, a diferencia de otras dermatitis como la dermatitis seborreica. Esto significa que se produce un desequilibrio de las defensas del organismo que reaccionan de forma exagerada a estímulos ambientales.
La dermatitis atópica, también conocida popularmente como eczema atópico o piel atópica, produce un cambio en la estructura de las grasas superficiales de la piel. El agua que contiene estas capas se evapora y da a la piel un aspecto muy seco. Por otro lado, las células inflamatorias liberan diferentes sustancias que provocan picor y que el paciente se rasque. Al rascar, se estimulan las células de la epidermis, se activa su división y se producen otras sustancias que estimulan las células inflamatorias creando así un ciclo de picor, rascado, picor.
Este tipo de dermatitis es más frecuente en familias donde se da alguna atopia, ya que tiene una base genética. Una persona con dermatitis atópica tiene un 40% de posibilidades de que sus hijos la padezcan y un 25% que padezcan rinitis, conjuntivitis o asma alérgico. Cuando los dos padres tienen dermatitis atópica, la probabilidad sube hasta el 80%, aunque la intensidad de la enfermedad en cada miembro de la familia es totalmente independiente. Además de la predisposición, existen otras circunstancias que determinan la aparición de los brotes.
La dermatitis atópica está considerada la enfermedad inflamatoria de la piel más frecuente, afectando a un 15-20% de la población pediátrica y a un 2-8% de los adultos a nivel mundial.
En España la prevalencia de dermatitis atópica se ha triplicado en los últimos 30 años y la incidencia es del 10-15%. La población más afectada es la infantil. Se estima que entre el 10-15% de niños menores de 5 años están afectados de dermatitis atópica. En cuanto a la población adulta española, entre el 1% y el 3% padece esta enfermedad en sus diferentes grados de intensidad.