El término artritis idiopática juvenil (AIJ) engloba todas las artritis de causa desconocida de al menos 6 semanas de evolución, de inicio antes de los 16 años.
Educar a un niño con artritis es un reto que requiere un esfuerzo conjunto de todas las personas que lo rodean, familia, amigos, profesores y equipo médico, sin olvidar que el actor principal es el propio paciente. Su lucha diaria le permitirá tener una vida lo más normal posible, recibir una educación y orientación profesional adecuadas y ocupar en la sociedad el lugar que le corresponde.
No hay evidencia de que la dieta influya en la aparición de la artritis idiopática juvenil o la empeore. Los niños con artritis juvenil deben evitar el sobrepeso y llevar una alimentación equilibrada y lo más sana posible, rica en frutas y verduras. Además, deben tomar lácteos y productos con calcio para evitar trastornos en el crecimiento o fragilidad ósea, sobre todo si siguen un tratamiento con corticoides.
La artritis idiopática juvenil es una enfermedad crónica y de larga duración que no tiene una cura definitiva para toda la vida. En el caso de la AIJ, antes conocida como artritis reumática juvenil, un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden controlar los síntomas. El tratamiento a tiempo puede hacer remitir la enfermedad, que el niño no tenga síntomas durante mucho tiempo y evitar secuelas en las articulaciones o nuevos brotes de artritis.
A pesar de que anteriormente la AIJ se conocía como artritis reumatoide juvenil, en general la artritis en niños es diferente a la de los adultos. La AIJ no es el comienzo de una artritis reumatoide en niños para toda la vida.
Actualmente no se conocen con exactitud las causas que provocan la AIJ. Existen diversos factores que influyen en la aparición de la artritis juvenil, entre ellos factores genéticos que predisponen a que varios miembros de una familia puedan padecer la enfermedad. Pero también existen factores ambientales e inmunológicos que intervienen para que la predisposición genética se manifieste, o no, y aparezca la artritis.
Bajo la denominación de AIJ se engloban siete subtipos distintos de artritis infantil que pueden tener manifestaciones muy diferentes. La AIJ puede manifestarse solo en una o en varias articulaciones, pero también en otras partes del organismo provocando fiebre, inflamación en los ojos, lesiones o erupciones en la piel, afectaciones gastrointestinales, etc.
Actualmente disponemos de terapias eficaces que han mejorado el pronóstico y la calidad de vida de estos pacientes.
Una respuesta temprana a la enfermedad se relaciona con mejor pronóstico, puesto que, si se consigue inducir la remisión precozmente, se previene la discapacidad física provocada por las contracturas articulares, la destrucción y la alteración del crecimiento de las articulaciones afectadas.
Algunos de los subtipos de AIJ afectan más a niños y otros a niñas, pero en general ambos sexos pueden padecer artritis juvenil. La artritis en niños puede aparecer desde el nacimiento hasta los 16 años.