Dolor en las articulaciones. El dolor en las rodillas, manos, etc. aparece o se incrementa tras el reposo, y mejora con el movimiento y cuando se practica ejercicio.
La artritis reumatoide es una enfermedad reumática autoinmune que provoca inflamación y dolor en distintas articulaciones.
La AR afecta de manera diferente a cada persona.
Algunos de los síntomas físicos más habituales son:
Dolor en las articulaciones. El dolor en las rodillas, manos, etc. aparece o se incrementa tras el reposo, y mejora con el movimiento y cuando se practica ejercicio.
Inflamación y sensación de calor, especialmente en manos, muñecas y pies.
Sentimiento de fatiga, debilidad física y pérdida de energía.
Rigidez matutina que dura 1 hora o más.
Movimiento limitado de alguna articulación.
Se presenta en las fases avanzadas de la enfermedad.
En ocasiones los pacientes con AR pueden presentar otras complicaciones relacionadas con la artritis como son trastornos cardiovasculares, infecciones y complicaciones que afectan al estado de ánimo.
Es importante que el paciente conozca bien qué es la artritis reumatoide y las expectativas del tratamiento, y así pueda afrontar la enfermedad con optimismo y energía.
En la artritis reumatoide, a diferencia de la artrosis, se produce la inflamación de la membrana sinovial, que es el tejido conjuntivo que reviste el interior de las articulaciones.
Esta inflamación se produce en múltiples articulaciones y causa dolor, hinchazón y una sensación de rigidez que se suele notar por las mañanas (de forma más intensa) o con el reposo.
La persistencia de esta inflamación provoca pequeñas erosiones en el hueso donde se fija la membrana sinovial, además del adelgazamiento y desaparición del cartílago.
No todas las articulaciones están afectadas por igual. De hecho, puede ocurrir que haya algunas articulaciones que nunca se vean afectadas por la enfermedad.
En ocasiones, la AR puede producir inflamación u otro tipo de lesión en distintas estructuras del organismo, así como en diferentes parámetros sanguíneos que el reumatólogo vigilará y controlará de forma rutinaria.
Los nódulos reumatoides son abultamientos que aparecen en zonas de roce de la piel (por ejemplo los codos, el talón, etc.)
La artritis reumatoide, a veces, se asocia con la inflamación y destrucción de las glándulas que producen lágrimas, saliva o flujo vaginal, produciendo sequedad de la piel y las mucosas. A esto se le llama síndrome de Sjögren secundario a artritis reumatoide.