La artritis reumatoide es una enfermedad reumática autoinmune que provoca inflamación y dolor en distintas articulaciones.
El tratamiento integral de la artritis reumatoide engloba tratamiento farmacológico, fisioterapia y utilización de prótesis.
En la artritis reumatoide el tratamiento farmacológico tiene dos objetivos:
Controlar los síntomas
Y actuar sobre la enfermedad con los fármacos modificadores de la enfermedad (FAMES).
Estos fármacos se combinan de diferentes maneras en función de la gravedad de la enfermedad y de las características particulares de cada paciente.
En este tipo de artritis no hay un único tratamiento eficaz a largo plazo, todos los tratamientos que se emplean tienen una duración limitada y eso implica mucha variabilidad.
Lo más importante en el caso de la artritis reumatoide y su tratamiento es cumplirlo tal y como indique el reumatólogo, para que la enfermedad esté controlada y el paciente pueda seguir una vida normal. Una buena comunicación con el reumatólogo ayudará a resolver dudas y a estar bien informado.