La enfermedad de Crohn (EC), también conocida como síndrome de Crohn, es una enfermedad inflamatoria crónica de origen autoinmune, que se agrupa dentro de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII). ) junto con la colitis ulcerosa. Puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, aunque es más habitual en la parte final del intestino delgado y el inicio del colon. Los síntomas pueden ser muy diferentes de un paciente a otro.
Según datos de 2019, la cifra de afectados de EC en España es del 0,39% de la población. Curiosamente, son datos muy parecidos a los de la colitis ulcerosa.
Sin embargo, con un pariente en primer grado afectado por la enfermedad de Crohn, la probabilidad de padecer la enfermedad aumenta hasta un 5,2 o incluso hasta un 22,5%. Es evidente que los genes tienen un papel importante pero aún no se ha identificado un patrón hereditario específico. Esto significa que en este momento no hay forma de predecir qué miembro de la familia desarrollará la enfermedad.
¿La enfermedad de Crohn se manifiesta a cualquier edad? La EC suele aparecer en personas entre los 15 y 25 años de edad, aunque puede presentarse a cualquier edad. También es frecuente en personas mayores de 70 años o incluso, en niños pequeños. Se estima que un 10% de los afectados tienen menos de 18 años de edad.
Los hombres y las mujeres parecen estar afectados por igual. La enfermedad de Crohn afecta a cualquier raza, pero es más frecuente entre los caucásicos y es especialmente frecuente entre la población judía de Europa Oriental. El síndrome de Crohn es más habitual en países desarrollados, mayor en las áreas urbanas que en las rurales, y en climas del norte más que del sur. Aunque actualmente la EC está aumentando en partes del mundo en vías de desarrollo, incluyendo China, India y América del Sur.
¿Debo seguir una dieta estricta por tener la enfermedad de Crohn? No existe una dieta específica para los pacientes con enfermedad de Crohn, aunque habrá momentos en los que pueda ser beneficioso durante un brote algunas recomendaciones. Tu médico puede recomendarte dietas diferentes en diferentes ocasiones, pero en general es recomendable una dieta equilibrada para evitar déficits nutricionales, con una variedad de alimentos de todos los grupos.
El dolor abdominal y la fiebre pueden causar pérdida de apetito y de peso. La diarrea y el sangrado rectal pueden quitarle al cuerpo fluidos, minerales, y electrolitos. Estos son nutrientes que deben estar equilibrados para que el cuerpo funcione adecuadamente
El diagnóstico debe comenzar con un historial médico y familiar completo, incluyendo un listado de los síntomas y un examen físico. Además, hay varias pruebas que pueden ayudar a descartar otras patologías con síntomas similares como la colitis: análisis de heces y de sangre, colonoscopia y endoscopia del tracto digestivo superior, TAC y/o resonancia magnética.
Entre el 66% y el 75% de los pacientes con Crohn podrán requerir cirugía en algún momento de su vida. Mientras la enfermedad está controlada con la medicación, la necesidad de intervenciones quirúrgicas disminuye. La cirugía podría ser necesaria cuando los tratamientos ya no controlan correctamente la enfermedad, para reparar una fístula o fisura o por la presencia de una obstrucción o estrechamiento (constricción) en una parte del intestino, u otra complicación, como un absceso abdominal.
La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn se clasifican como enfermedad inflamatoria intestinal, y ambas provocan una inflamación del intestino y sus síntomas muy parecidos, pero afectan a partes diferentes del aparato digestivo.
La colitis ulcerosa se caracteriza por afectar únicamente la mucosa del intestino grueso mientras que enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo, y a todas sus capas.
Además, la enfermedad de Crohn puede presentarse en varias zonas diferentes dentro del tubo digestivo, mientras que la colitis ulcerosa se presenta en una sola lesión de mayor o menor extensión. Además, la enfermedad de Crohn puede afectar a todo el grosor de la pared intestinal, que de hecho puede llegar a necrosarse y morir, requiriendo entonces cirugía. La colitis ulcerosa, en cambio, solo afecta al revestimiento interno del colon.